En 1560 Juan Zamora contrata la pintura y talla de este retablo dedicado a Santa Marina, algo inusual hasta el momento en la comarca de El Bierzo. Consta de banco o predela, dos cuerpos divididos en tres calles, y ático central.
El banco muestra dos tableros lisos en los laterales y los bustos de San Andrés, San Pedro, San Pablo y San Juán (de izquierda a derecha), en los basamentos de las columnas que delimitan las calles del retablo. Son columnas de basa ática con fuste estriado y capitel jónico.